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Para garantizar un procesamiento seguro, las piezas de trabajo se fijan a la tabla de procesamiento por medio de cabezales de succión. Debe generarse un vacío mínimo estable y constante para garantizar que las piezas de trabajo permanezcan en su lugar de forma segura durante el procesamiento mecánico.
Antes o después del procesamiento, es necesario proteger la madera contra los efectos destructivos de las influencias medioambientales, como el calor, la humedad, los insectos y los microorganismos. La práctica de embeber la madera en un agente conservante está ampliamente generalizada, pero tiene la desventaja de que el líquido penetra sólo algunos milímetros en la madera. Sin embargo, es posible lograr una protección completa, si la madera se desgasifica con la ayuda de una bomba de vacío. El agente conservante entonces penetra a una mayor profundidad, lo que optimiza el efector protector.
El uso de secadores por vacío en las cámaras convencionales de secado de madera puede reducir el tiempo de secado habitual de varias semanas a solo 3 o 4 días. Durante el proceso de secado, la presión de la cámara se reduce gradualmente al mínimo. La cámara se presuriza con vapor y se extrae el aire para prevenir grietas y cambios de color en la madera que pueden ser provocados por un contenido de oxígeno muy alto. Los ventiladores radiales hacen circular el vapor y transportan el calor hacia la madera. Luego se extrae el condensado del vapor de la cámara de secado.